¿Qué es la Desertificación del suelo?
La desertificación del suelo ocurre mediante un proceso natural o por intervención humana el cual reduce la productividad biológica del suelo, especialmente de tierras secas (áridas y semiáridas). Este proceso de degradación hace que el suelo pierda su fertilidad de manera total o parcial.
Cuando hablamos de desertificación no se refiere solamente a la expansión física de los desiertos existentes en el mundo, sino que nos referimos a los diversos procesos que amenazan todos los ecosistemas de las tierras secas, incluidos los matorrales, pastizales y desiertos.
La desertificación es un problema existente global. El programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) hace referencia que un poco menos de la mitad de la superficie terrestre libre de hielo de la Tierra, aproximadamente 52 millones de kilómetros cuadrados (alrededor de 20 millones de millas cuadradas), son tierras secas, y estas tierras secas cubren algunos de los países más pobres del mundo.
Causas naturales y/o humanas de la desertificación del suelo
- Cambio climático
- La deforestación y destrucción de la cubierta vegetal
- El pastoreo excesivo
- La pobreza
- Erosión de los suelos
- Inestabilidad política
- Sobreexplotación de acuíferos
- Sobreirrigación
- Salinización de las tierras o la falta de agua
- Prácticas de riego no sostenibles
- Combinaciones de todos los factores anteriores.
A menudo, el ser humano contribuye en el incremento e impacto de estos procesos como consecuencia de sus actividades diarias. Y a partir de estos, la causa mayor que es el cambio climático. Debido a las alteraciones de los patrones de las precipitaciones, ocurre un estrés hídrico, es decir, la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad; esto quiere decir que se hacen mucho más largos los períodos de sequía en diferentes continentes como Europa, Asia y especialmente África.
Niveles de desertificación
- Desertificación moderada: disminuye del 10 % al 25 % de la producción agrícola.
- Desertificación severa: disminuye del 25 % al 50 % de la producción agrícola.
- Desertificación muy severa: disminuye más del 50 % de la producción agrícola, se forman montículos de terreno seco y árido o grandes dunas.
Datos importantes:
- La desertificación ha afectado a 36 millones de kilómetros cuadrados de tierra y es una gran preocupación internacional.
- África es el continente más afectado por la desertificación.
- Los países que se encuentran al borde sur de la desierto del Sáhara se encuentran entre los más pobres del mundo y están sujetos a sequías periódicas que afectan a sus pueblos de forma devastadora.
- Las tierras secas africanas (que incluyen el Sahara, el Kalahari y las praderas del este de África) abarcan 20 millones de kilómetros cuadrado, alrededor del 65% del continente.
- Un tercio de las tierras secas de África son en gran parte desiertos áridos deshabitados.
- La agricultura de secano es aquella que predomina es éstas áreas, es decir, el ser humano no contribuye a la irrigación de los campos, sino que utiliza únicamente el agua que proviene de las lluvias.
Consecuencias de la desertificación del suelo
- Aumento de la intrusión de dunas de arena en tierras de cultivo y asentamientos
- Incremento de las inundaciones
- Sedimentación en ríos y lagos
- Aumento de la contaminación del aire y el agua por el polvo y la sedimentación
- Pérdida de forraje para el ganado
- Reducción de la biomasa leñosa
- Escasez de leña y materiales de construcción
- Compactación del suelo
- Acumulación de sales en el suelo.
- Bosques secos
- Disminución en las reservas de agua potable debido a reducciones en las aguas superficiales y subterráneas
¿Cómo combatir la desertificación?
- Reforestación progresiva de las zonas afectadas para evitar la erosión del suelo por el viento y el agua.
- Introducir especies de plantas que soporten los niveles de sequía en la zona.
- Planes de desarrollo y asistencia a las comunidades locales para disminuir la pobreza.
- Supervisar y evaluar los cambios ambientales en todos los niveles.
- Implementar políticas económicas efectivas y medidas técnicas que reduzcan la producción de gases de efecto invernadero.
- Aplicar medidas de riego que inhiban la pérdida de agua por evaporación y evitar la acumulación de sal.
- Alternar diferentes cultivos en la misma parcela de tierra.
- Limitar la presión de pastoreo del ganado en un área determinada.
- Aplicar técnicas de terraza para ralentiza el ritmo de la escorrentía.
- Establecer líneas de árboles de crecimiento rápido plantados en ángulo recto con respecto a los vientos predominantes en la superficie o como se conoce técnica de cortavientos.