Un recubrimiento a base de plantas puede reemplazar los envases de plástico para alimentos.
Los envases de plástico pueden ser excelentes para conservar los alimentos, pero después de usarlos, la mayoría de ellos se desechan y, a menudo, ensucian nuestras vías fluviales. El envasado de alimentos es directamente responsable de una amplia gama de problemas ambientales, incluidos los vertederos superpoblados y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con el objetivo de producir alternativas respetuosas con el medio ambiente a los envases de plástico para alimentos, los investigadores de Harvard y Rutgers han desarrollado un recubrimiento biodegradable a base de plantas que se puede rociar sobre los alimentos, protegiéndolos contra microorganismos patógenos y de deterioro y daños durante el transporte. El recubrimiento podría reducir potencialmente el impacto ambiental adverso de los envases de plástico para alimentos, así como proteger la salud humana.
El nuevo recubrimiento consta de fibras a base de polisacáridos/biopolímeros. El material se puede producir a escala con relativa facilidad, utilizando una tecnología llamada hilado por chorro rotatorio enfocado. Luego, el material fibroso se puede girar desde un dispositivo de calentamiento que se parece a un secador de pelo y se puede «envolver» sobre alimentos de varias formas y tamaños, como un aguacate o un bistec de solomillo.
El material resultante que encierra los productos alimenticios es lo suficientemente resistente para proteger contra magulladuras y contiene agentes antimicrobianos para combatir el deterioro y los microorganismos patógenos como E. coli y listeria. El revestimiento a base de plantas se puede enjuagar con agua y se degrada en el suelo en tres días, según los investigadores. En las pruebas, el equipo encontró que el recubrimiento prolongó la vida útil de los aguacates en un 50 %.
El nuevo empaque tiene como objetivo abordar un problema ambiental grave: la proliferación de productos plásticos a base de petróleo en el flujo de desechos.
Esta no es la primera vez que los investigadores se esfuerzan por desarrollar envases de alimentos ecológicos para proteger los alimentos y reemplazar los envases de plástico. Otros equipos han experimentado con empaques hechos de un tipo de proteína de maíz llamada zeína, almidón y otros biopolímeros de origen natural, material de empaque hecho con desechos de plantaciones de banano y empaques de espuma de poliestireno de un solo uso.
“Lo que hemos encontrado es una tecnología escalable que nos permite convertir biopolímeros, que pueden derivarse como parte de una economía circular del desperdicio de alimentos, en fibras inteligentes que pueden envolver los alimentos directamente. Esto es parte de una nueva generación de envases de alimentos ‘inteligentes’ y ‘verdes’”, dijo Philip Demokritou, director del Centro de Investigación de Nanociencia y Materiales Avanzados y autor correspondiente del estudio.
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