La estufa de Pellets es un sistema de biomasa que aprovecha los restos de madera provenientes de los aserraderos y talleres.
Son considerados un combustible renovable, ya que los pellets derivan de las plantaciones sostenibles de árboles.
Es una nueva generación de calentadores pequeños y medianos que trabajan con pellets.
El encendido, la extinción y el transporte de los gránulos de combustible son automáticos en función de la necesidad de calefacción.
La carga y la combustión están moduladas para adaptarse a la temperatura deseada.
Los pellets son pequeñas piezas cilíndricas de madera natural prensada y sin tratar.
Aproximadamente de 6 a 10mm de diámetro y 2cm de longitud, que se fabrica utilizando virutas de madera sin agente adhesivo.
La estufa de pellets canalizable ofrece un precio competitivo contra los combustibles fósiles convencionales y tienen un alto poder calorífico.
El funcionamiento eficiente de la estufa de pellets le permite mostrar un rendimiento más alto que la estufa de leña convencional (entre 80 y 95%).
Su autonomía de varios días y la posibilidad de programar los horarios de calefacción lo convierten en un equipo particularmente práctico y confortable.
¿Cómo funciona la estufa de pellets?
Hecho de aserrín, el pellet de madera (también conocido como pellet) tiene un contenido de humedad muy bajo.
Esto lo convierte en un excelente biocombustible.
Las estufas de pellets cuentan con un depósito desde el que los pellets se van introduciendo de forma automática a la estufa.
La capacidad del deposito varía según los modelos (promedio 20 kg).
Siendo el manejo más fácil y pudiéndose proveer de bolsas de 15 kg de pellets o cargadores para facilitar el uso de la estufa.
Cuanto más grande es el tanque, mayor es el grado de autonomía.
La estufa de pellets funciona con un sistema cilíndrico que transporta los gránulos gradualmente y a velocidad controlada a la cámara de combustión.
El fuego se enciende usando una resistencia eléctrica, y un ventilador proporciona el oxígeno necesario para la combustión.
Mientras se quema, los pellets de madera producen calor.
En los modelos básicos, esto se propaga por simple convección a la habitación en la que está instalada la estufa.
En la actualidad, la mayoría de las estufas de pellets funcionan con un ventilador para acelerar y homogeneizar la difusión del aire caliente.
El humo resultante de la combustión se extrae de la chimenea por ventilación.
Se descarga al exterior, en el techo, a través de un conducto de humos.
Algunos modelos llamados “ventosos» ofrecen la posibilidad de evacuar humo horizontalmente, a través de la pared más cercana.
Las cenizas se deben recoger regularmente en la estufa.
En algunos modelos de gama alta, la eliminación de cenizas puede automatizarse
Otra función:
Si desea calentar varias habitaciones, es posible asociar la estufa de pellets con un sistema de tuberías que transporta aire caliente por toda la casa.
En tal configuración, la estufa de pellets se puede usar como el calentador principal.
La estufa de pellets hidráulica se puede conectar a una red de radiadores de agua o calefacción por suelo radiante.
Para una renovación, su sistema de agua caliente doméstica se puede conectar a su estufa de pellets.
Configuración y programación de la estufa de pellets
En la mayoría de los modelos actuales, un programador electrónico maneja la operación de la estufa.
Brindando una gran comodidad de uso.
El usuario puede definir la velocidad de entrega de pellets a la cámara de combustión y la del sistema de ventilación que activa la combustión.
Otra gran ventaja sobre la estufa de leña convencional: es posible programar de antemano los intervalos de tiempo para su uso.
Tipos de estufas de pellets
En términos simples, se puede decir que hay tres tipos de estufas de pellets dependiendo de su diseño:
- Estufas de aire forzado: Las estufas de aire forzado son estufas genéricas. Aquellas que tienen un flujo de aire que va a la cámara de combustión y otro flujo de aire que entra a la habitación.
- Estufas de pellets de conductos: A diferencia de los calentadores de aire forzado, las estufas de pellets pueden canalizar aire caliente a las habitaciones a través de conductos.
- Termostatos o hidro estufas: pueden calentar el agua para llevarla a los radiadores. Por lo tanto, estos son como pequeñas calderas.
Ventajas:
- Las estufas de pellets están equipadas con un sensor de temperatura de humo que monitorea constantemente el estado del artefacto.
- La estufa de pellets es un sistema de calefacción de leña independiente.
- No necesita estar conectado a un sistema de calefacción central para funcionar.
- Cuenta con tecnología necesaria: a través de un sensor de sobrecalentamiento detecta cualquier aumento anormal de temperatura en el tanque de pellet.
- Su interruptor de presión asegura que el dispositivo esté en depresión para funcionar.
- La depresión permite que la estufa de pellets traiga el aire fresco necesario para su funcionamiento.
- Este dispositivo permite, en particular, prevenir y detectar cualquier obstrucción del conducto.
- Las normas y restricciones de la instalación del dispositivo aseguran a su hogar una seguridad completa en caso de falla de energía.
- Dependiendo de los modelos y la capacidad del dispositivo para almacenar el combustible, la estufa de pellets tiene una autonomía operativa de varios días (hasta 72 horas para 15 kg de pellets).
La estufa de pellets y el Ambiente:
El Sr. William H. Schlesinger, autor del artículo “Are wood pellets a green fuel?” de la revista Science, expresa que los pellets son una energía respetuosa con el medio ambiente.
Dentro de sus argumentos sustenta que el CO2 que esta biomasa emite al quemarse, es compensado por el CO2 que ha absorbido en su etapa de árbol.
Es decir, el balance nulo de emisiones que no se genera lo convierte en una energía verde.
Los pellets son biocombustibles considerados como energía renovable y limpia.
Ya que se revaloriza el material; este producto resultante de la madera de otra forma no se utilizaría.
Además es importante mencionar que los arboles utilizados cumplen estrictas normas de cultivo y explotación.
Es decir, hay reciprocidad porque estos sistemas de cultivo también talan y plantan árboles de forma continua.
Generando un círculo sostenible que no destruye los bosques, y asegura el recurso de cara al futuro.